Antes que nada cabe mencionar que el ser instructor de banda de guerra es una actividad que exige mucho trabajo y es poco reconocida por las instituciones escolares ya que se considera de poca importancia para el desarrollo del alumno, aunque su papel principal reside en el desarrollo de actividades motoras gruesas y finas, además de que brinda una posible fuente de ingresos temporal para ayudar crucialmente al exalumno a seguir estudiando desempeñándose en horarios no tan rígidos.

Pero esta actividad resulta ser aun más difícil cuando quien la desempeña es mujer ya que en realidad pocas la desarrollan abarcando todas las funciones que el ser instructor representa, debido a los prejuicios sociales que aun representan por el destino de la ejecución de los instrumentos como la corneta y el clarín, que para empezar no exige la existencia de algún órgano determinado, y que en realidad es como se dice es mas maña que fuerza.

Aunado a lo anterior, en este tiempo aun existe discriminación, menosprecio y hasta machismo mismo que impide la incursión de la mujer en este campo aun cuando hemos demostrado ser eficientes en muchos (por no decir todos) los campos laborales.

Destacar no es la meta principal, es participar aunque implique lo primero; es continuar desarrollando lo que nos apasiona y nos gusta hacer desde toda la vida ?participar en una banda de guerra? solo que como toda persona quisiera algún día ?dirigir el trabajo? compartir los conocimientos que uno tiene y responsabilizarse de el aprendizaje de un grupo de alumnos.

Es muy común ver compañeras como ayudantes, pero seria muy gratificante que se animaran a tomar el clarín y la corneta y aprender para después independizase y alcanzar sus propios logros. Considero que seria justo que como instructoras se nos brindara apoyo y se nos tuviera confianza al encomendarnos la formación de una banda de guerra ya que con esto podríamos demostrar la capacidad que nosotras tenemos para llevar acabo el control y el manejo de una banda de guerra.

Por otro lado debo reconocer a la chica que me inspiro para aprender instrumentos como son la corneta y el clarín, a la cual no tengo el gusto de conocer por nombre, pero si por su proyección en el ámbito nacional y me refiero a la corneta de ordenes de la banda gris de Monterrey del Pentathlón a quien expreso mi respeto y admiración así mismo como a todas las damas, jóvenes y niñas que ejecutan sin prejuicio alguno estos instrumentos y mas aun a quien enseña y se responsabiliza de una banda de guerra.

Agradezco a las autoridades escolares su comprensión y confianza, a los compañeros instructores su apoyo y reconocimiento al tratarnos como su igual en el campo laboral y exhorto a todas las mujeres a perder el temor al que dirán y a realizarse en lo que nos gusta desempeñar, que al fin y al cabo el trabajo en una banda de guerra nos da satisfacciones que no se obtienen en ningún otro lado.

ZANDATE AGUILAR ALEJANDRA Pasante en Enfermería,
técnico en Puericultura
estudiante de la Lic. en Administración
Y recién orgullosa madre de familia.
Instructora de las siguientes bandas de guerra Centro Universitario México Coacalco Edo. Mex.
Ignacio Manuel Altamirano Tultepec Edo. Mex.
E.S.F. Niños Héroes Tlalnepantla Edo. Mex.

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